Las variedades blancas de Ribeiro en Viña Meín – Emilio Rojo
21/07/2025
El pasado 18 de diciembre vivimos un momento verdaderamente irrepetible: una cata histórica de Emilio Rojo, uno de los vinos más icónicos del Ribeiro, referencia indiscutible de la viticultura gallega y uno de los grandes blancos de España. La jornada se convirtió en un recorrido por más de dos décadas de trabajo y coherencia, a través de 18 vinos de una misma referencia que nos permitieron comprender el pasado del Ribeiro, su momento actual y el enorme potencial que aún encierra su futuro.
La cata fue organizada por Alma Carraovejas junto a Paadín Eventos, compradores históricos de Emilio Rojo que, con visión y sensibilidad, fueron guardando botellas a lo largo del tiempo. La jornada comenzó con una ponencia de Alejandro Paadín, en la que compartió las primeras conclusiones de un estudio realizado en 2025 sobre el envejecimiento de los vinos gallegos, que verá la luz próximamente. A continuación, Pedro Ruiz Aragoneses hizo un repaso de la llegada de Alma Carraovejas al Ribeiro en 2019: el porqué de esta zona vitivinícola, el sentido de Viña Meín y la singularidad de Emilio Rojo.
La cata, histórica por la excepcionalidad y escasez de las botellas, se articuló en distintos ciclos. Aunque la personalidad de Emilio Rojo ha sabido trascender modas y tendencias, la viticultura no es ajena al contexto de cada época ni a la evolución natural de quien lo cultiva y lo elabora.
En primer lugar se cataron las añadas con las que Emilio Rojo se consolidó como uno de los grandes vinos renovadores del Ribeiro: 2005, 2007 —la primera en la que se trabajó con lías— y 2008.
A continuación llegaron los años en los que el mercado y la prescripción demandaban vinos más amplios y untuosos, con mayor presencia en boca. Las añadas 2009, 2010 y 2012 reflejan bien ese momento, que también influyó en la elaboración de este vino.
Con los años más duros de la crisis económica, y especialmente cuando esta empieza a remitir, se refuerza la apuesta por los blancos con gran capacidad de envejecimiento como máxima expresión de calidad, conincidiendo con dos ciclos realmente frescos y difíciles en vendimias. Las añadas 2013 y 2014, esta última de manera muy especial, representan ese cambio de mirada.
Tras más de treinta años de experiencia de Emilio Rojo como viticultor en el Ribeiro, las añadas 2015, 2016 y 2017 muestran un vino plenamente reconocido entre las mejores cartas del mundo. Vinos que combinan untuosidad y verticalidad, pensados para el largo recorrido y ejemplo del éxito de un proyecto singular.
Desde 2019, Emilio Rojo forma parte de Alma Carraovejas como vino de parcela del proyecto Viña Meín – Emilio Rojo, compartiendo una misma visión: preservar la identidad del valle del Avia y expresar con honestidad la singularidad de cada viña. Por ello, las añadas 2018 y 2019 se entienden como un periodo de transición entre dos etapas que dialogan entre sí. La 2018 fue la primera añada que, ya con Pedro Ruiz Aragoneses al mando, se decidió criar hasta 12 meses en botella antes de salir al mercado.
A partir de 2020 se inicia una búsqueda aún mayor de precisión. La experiencia de Emilio, que sigue ligado al proyecto, junto a un equipo profesional, permite elevar el trabajo en viña, avanzar hacia la conversión a ecológico y elaborar en instalaciones pensadas para respetar la identidad de la parcela. Las añadas 2020, 2021 y 2022 reflejan este nuevo ciclo.
Para cerrar la cata, y con la mirada puesta en el futuro, se cataron vinos aún en crianza en botella, un paso incorporado desde 2018. Son vinos que muestran una parcela más compleja, más consciente, fruto de la suma del conocimiento del viticultor y del equipo que hoy acompaña el proyecto. La búsqueda de los mejores Emilios jamás elaborados.
El broche de oro lo puso una botella de Emilio Rojo del año 1990.
La cata fue, en definitiva, un homenaje al tiempo. Al pasado, al presente y al futuro de un vino que trasciende estilos. Emilio Rojo es mucho más que un vino: es la expresión viva de una de las grandes parcelas de blancos del mundo.
